Del barrio a Vista Alegre: el merecido premio del Unicor
Hay historias que no siempre salen en los titulares, pero que cuando se cuentan, tocan la fibra. La del equipo de baloncesto Unicor, del barrio de Fátima en Córdoba, es una de esas. Tras más de 30 años botando el balón en ligas municipales, federadas y en mil y una pachangas, este grupo humano ha dado un paso gigante: jugar la final de la liga municipal senior masculina… ¡y nada menos que en el pabellón de Vista Alegre!
Porque Unicor no es solo un equipo. Es una familia que ha mantenido siempre las puertas abiertas a cualquiera que quisiera compartir su pasión por el baloncesto. Gente del barrio, amigos, conocidos, jugadores de paso o de toda la vida… todos han tenido un hueco bajo este escudo.
Durante años han sido ese equipo constante, ese cemento que mantiene viva la liga, que compite con ilusión, que organiza, que nunca falla. Y ahora, después de tanto recorrido, les ha llegado la recompensa.
Desde la octava posición, con el cruce más complicado frente al primero de la tabla, supieron dar la sorpresa con garra, unión y cabeza. Y no se quedaron ahí: las semifinales también fueron un hueso duro, intensas y peleadas de principio a fin. Pero como tantas otras veces, lo que mueve a Unicor no son las estadísticas, sino el corazón.
Ahora tienen por delante una final en un escenario soñado. Y pase lo que pase, ya han ganado. Porque este logro no es solo el reflejo de una gran temporada, sino de toda una trayectoria de compromiso, esfuerzo y amor por el baloncesto.
Hoy, Unicor se gana su sitio en Vista Alegre. Y lo hace representando a Fátima y a todos los que han formado parte de esta historia.
Autor. A. A. 😉
